Rafael Zapata, de limpiabotas y colmadero a coordinador de redacción de El Nuevo Diario


SANTO DOMINGO.- Conocido por su energía inagotable y su carácter alegre, Rafael Zapata González, apodado «El Positivo», ha recorrido un camino de sacrificios y logros que inspira a cualquiera. De limpiar zapatos en un pequeño paraje de Hato Mayor del Rey llamado Libonao, a convertirse en coordinador de la redacción digital de El Nuevo Diario, su historia es un verdadero testimonio de superación.
En una entrevista especial por el Día Nacional del Periodista, Zapata abrió su corazón y compartió su historia desde lo más profundo.
Nacido en una zona rural donde las escuelas solo llegaban hasta la primaria, tuvo que mudarse al centro de Hato Mayor a los 12 años para seguir estudiando.
Durante dos años trabajó como limpia botas, y más adelante, mientras cursaba el bachillerato en Santo Domingo, ayudaba a sus padres en su colmado.
Fueron 15 años de trabajo incansable como dependiente de ese colmado, siempre con la mira puesta en avanzar.
Con los ojos llenos de lágrimas, Zapata recordó el gran sacrificio que hizo su abuela cuando él tuvo que trasladarse al pueblo para que él siguiera estudiando, ella prefirió dejar de lado su casa y mudarse con él para poder ofrecerle el mayor apoyo posible.
La historia de Rafael Zapata es una de lucha, enfoque y fe en que los sueños, cuando se trabajan con pasión, se alcanzan.
El camino hacia la meta
Aunque inicialmente soñaba con ser abogado inspirado por un primo tocayo, fue su profesora de literatura, Rosa Elvira, quien descubrió en él un talento natural para la locución. A partir de ahí, con la ayuda de un amigo (Moisés Santana), obtuvo media beca y comenzó a estudiar locución, iniciando así un camino que lo llevaría a descubrir su verdadera vocación: el periodismo.
Su primera experiencia fue en la radio, haciendo cápsulas deportivas en una emisora del Grupo Medrano. Aunque aspiraba a convertirse en cronista deportivo como Bienvenido Rojas o Enrique Rojas, la vida lo llevó por otro rumbo: el periodismo social.
En 2016, decidió especializarse en Periodismo Digital en la Universidad Antonio de Nebrija, en España, lo que le permitió regresar con una visión más clara y moderna de la profesión.
Desde su llegada a El Nuevo Diario en 2017, comenzó en el área de televisión, pasó por la redacción central y, en 2018, asumió la coordinación de la redacción digital. “Todo lo que se mueve en la redacción durante la jornada diurna pasa por mis ojos. Hay que estar atento a todo”, asegura con responsabilidad y orgullo.
Zapata ha sido testigo y protagonista de los cambios en el periódico, y se siente honrado de formar parte del esfuerzo colectivo por mantener la credibilidad y el compromiso con la verdad. Cree firmemente que “el reto más importante del periodismo actual es la preparación constante”, y lamenta que muchos comunicadores se hayan quedado atrás por no adaptarse a las nuevas tecnologías.
Labor social destacable
Desde que Rafael Zapata comenzó a ejercer el periodismo diario y social, se ha topado con incontables historias llenas de dolor y esperanza. Sin embargo, hay una que ha sido la que más le ha tocado el corazón. Se trata de una pareja de esposos que vivía en condiciones inhumanas en un improvisado rancho en Santo Domingo Este.
Gracias a su olfato periodístico y a la historia que escribió para El Nuevo Diario, el caso llegó a las autoridades, quienes acudieron en su auxilio. Aunque en un inicio se pensó construirles una casa en el mismo terreno, esto no fue posible al descubrir que no les pertenecía, pero aún así recibieron ayuda y hoy disfrutan de una vida mucho más digna gracias a este gran ser humano llamado Rafael Zapata.
Su enfoque editorial
Como la mayoría de periodista de este país, Zapata tiene un medio propio, un periódico digital que lleva sus iniciales RZ Noticias y sobre su en foque editorial dijo que: el enfoque es hacer un periodismo ético, transparente, sin chismes, sin noticias banales y no hacerse eco de lo negativo.
Distinciones
Por su invaluable labor en el ejercicio periodístico, Rafael Zapata ha recibido reconocimientos del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), El Nuevo Diario y la Red Nacional de Comunicadores Dominicanos, destacando su compromiso con la verdad, su ética profesional y su entrega diaria.
Consejo a los más jóvenes
A los jóvenes, les deja un consejo sincero: “Descubran qué les apasiona, y mientras lo hacen, lean, prepárense, no pierdan tiempo. No le den oportunidad a la mente ociosa.”
Agradecido con la vida
Adentrándonos en la parte más íntima de su historia, Zapata hace una pausa para agradecer profundamente a su esposa, Vilma, a quien considera “un faro de luz” en su vida. Desde que la conoció se involucró en los caminos del Señor, y ese cambio marcó un antes y un después en su crecimiento personal y espiritual.
También reconoce con ternura a sus padres, a quienes agradece en cada paso que da por el amor, los valores y la formación que le han dado desde niño, en especial a su madre quien estuvo a punto de morir con su nacimiento al sufrir de preeclampsia.
Más personal y otras fotos
María: ¿A que le teme Rafael Zapata?
Zapata: A las mentiras, no me gusta que me mientan.
María: Si tendría que cambiar algo en el mundo ¿Qué sería?
Zapata: La violencia que se está viviendo hoy en día.
María: ¿Su libro favorito?
Zapata: Por qué no he de llorar del autor dominicano Avelino Stanley, lo he leído como diez veces y no me canso.
María: ¿Cuál es su pasatiempo favorito?
Zapata: Me apasiona la pelota y cuando no es tiempo de pelota veo podcast sobre eso.
María: ¿Cómo es el día a día de Zapata?
Zapata: Yo me levanto todos los días a las 5:00 de la mañana, le doy la primicia a Dios y me comunico con él, a las 6:00 salgo para mi trabajo hasta las 5:00 de la tarde nos mantenemos atentos a la redacción, en la noche ayudo a mi esposa en los quehaceres y si hay actividades de la iglesia voy. Los fines de semana voy al campo, a mi conuco y donde mis padres.
María: ¿Cuál es su mayor logro?
Zapata: Mi mayor logro ha sido haber aceptado al señor en mi corazón.
María: Si su vida fuera una canción ¿Cómo se llamaría?
Zapata: Amor. Hay que dar amor María.


















